SOCHI, Rusia (Reuters) - La selección de Argentina es la clara favorita para vencer el sábado a Islandia en el inicio del Grupo D del Mundial, pero el verdadero rival a derrotar para los subcampeones del mundo de 2014 podría ser su propio nivel juego y no la modesta selección europea que debuta en el torneo.
Argentina, campeona del mundo en 1978 y 1986, forma parte de la élite futbolística y tiene en sus filas a Lionel Messi, cinco veces elegido futbolista mundial del año.
Sin embargo, la “albiceleste” solo clasificó a Rusia gracias a una victoria en su último partido clasificatorio contra Ecuador y anotó 19 goles en 18 partidos, la cifra más baja en una eliminatoria sudamericana desde que se adoptó el formato de todos contra todos a mediados de los 90.
Y tras la clasificación, sus problemas en la cancha han empeorado, los que quedaron expuestos en la humillante derrota 6-1 frente a España en un amistoso jugado en marzo.
Las complicaciones futbolísticas del conjunto dirigido por Jorge Sampaoli se han visto agravadas además por la mala suerte, ya que poco antes del Mundial, Argentina perdió por lesiones al portero Sergio Romero y al centrocampista Manuel Lanzini, dos titulares en el esquema del técnico.
Los preparativos de Argentina también se vieron afectados cuando un amistoso que jugaría contra Israel en Jerusalén fue cancelado debido a presiones políticas.
A pesar de todo, Argentina sigue siendo favorita para el partido en Moscú ante la nación con menos habitantes en clasificar a un Mundial.
De acuerdo a los últimos entrenamientos, Argentina formaría con: Wilfredo Caballero; Eduardo Salvio, Nicolás Otamendi, Marcos Rojo, Nicolás Tagliafico; Lucas Biglia, Javier Mascherano; Maximiliano Meza, Messi, Ángel Di María; Sergio Agüero.
El centrocampista Gylfi Sigurdsson, una pieza clave de la selección islandesa, ha estado alejado de las canchas por cerca de tres meses por una lesión en la rodilla, aunque ha sumado minutos en los amistosos jugados este mes. Su presencia desde el arranque ante Argentina sería una vital inyección de confianza para el equipo islandés.
Pocos creen que Islandia pueda ganar ante Messi y compañía, pero sus hinchas podrían animarse al recordar la última vez que se esperaba que Argentina ganara claramente en su debut ante un equipo que nunca había logrado triunfos en el Mundial.
Esto fue en 1990 y el rival era Camerún, que se impuso 1-0 ese día y terminó llegando a los cuartos de final, una hazaña que aún no ha sido superada por un equipo africano. Argentina deberá superar sus propios demonios para vencer a Islandia